Entre los días 3 y 4 de marzo se realizaron unas jornadas sobre patrimonio geológico y minero en Alcorisa (Teruel) aprovechando la oportunidad que brindó la publicación de un artículo sobre la cantera histórica de Valfonda, ubicada en el extremo septentrional del Geoparque del Maestrazgo, en el TM de Alcorisa (Teruel).
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En la sesión vespertina del día 3 actuaron como ponentes Antonio Pizarro, presidente de SEDPGYM, quien presento la sociedad; Mariano Ayarzagüena, redactor de la revista De Re Metallica, que hizo lo propio con la revista; José Ignacio Canudo, catedrático de la Universidad de Zaragoza y director del Museo de Ciencias Naturales de dicha Universidad, quien habló del proyecto Ciencia Ciudadana, Minas Olvidadas de Aragón; Óscar Librado, presidente del Centro de Estudios de Alcorisa, que contó como fue el redescubrimiento de la cantera; Luis Mampel, director científico del Geoparque del Maestrazgo, que ubicó geológicamente la cantera en el Geoparque y Luis Moliner, de la asociación Amigos del Patrimonio Geológico de Teruel, que se centró en la descripción y usos de la cantera.
La cantera resulta desconocida para la mayor parte de la población local pese a que, en el pasado, debió tener bastante importancia para Alcorisa y alrededores por la gran cantidad de roca extraída; se localizó debido al interés del Centro de Estudios de Alcorisa por determinar el origen de las rocas usadas en muchos de los edificios y monumentos históricos de Alcorisa.
Las jornadas sirvieron para dar a conocer su geología y ponerla en valor por su interés científico, divulgativo y docente, además del cultural e histórico.



La cantera se ubica a unos 2 km del núcleo urbano, en la charnela de un anticlinal donde los estratos de arenisca cenozoica se disponen horizontales o casi; tiene una morfología en planta similar a un rectángulo, con una longitud de unos 120, unos 50 m de anchura y unos 6000 m2 de superficie.
El espesor de las areniscas puede sobrepasar 8 m y el volumen de roca extraído se estima en casi 20000 m3 y unas reservas del orden de 6000 m3. Las areniscas cenozoicas se han utilizado en el entorno de Alcorisa en edificios civiles y religiosos, útiles agropecuarios, puentes, etc.
La cantera de Valfonda, como ocurre con un gran número de antiguas canteras, no tiene referencias históricas y la Información disponible es escasa y tangencial debido a que los archivos locales fueron destruidos durante los diversos episodios bélicos de la historia local y tampoco hay información sobre la Valfonda ni en el catastro minero ni en la Sección de Minas de Teruel. Se puede inferir que el periodo mínimo de actividad intermitente de la cantera abarcaría desde la edificación de la actual Iglesia de San Sebastián a finales del siglo XVIII, hasta la construcción de los últimos elementos funerarios de arenisca hacia 1960; también podría interpretarse un periodo de aprovechamiento de la cantera más amplio, adelantando su inicio hasta la construcción del castillo de Alcorisa (ca. s. XII).
La disposición final de la excavación de la cantera conservada hasta la actualidad, la morfología de los taludes y la distribución de los escombros y del material de desecho indican que la explotación se realizó en etapas muy diversas, con metodología diferente, desde arriba hacia abajo, en uno o dos bancos y el arranque se produjo de afuera hacia adentro.



El interés de la antigua cantera radica en sus singularidades puesto que, entre otras, se conservan sillares en distinta fase de extracción, marcas guía para el tallado, acanaladuras y oquedades para recogida de agua de lluvia, estructuras sedimentarias y acopios de material de desecho.
Se concluyó que la cantera de Valfonda constituye un buen ejemplo de minería histórica de exterior en la que se extrajeron areniscas cenozoicas de edad Paleógeno, se trabajó intermitentemente en distintas etapas y de forma bastante caótica. Se mantiene en un aceptable estado de conservación. Sus reservas de arenisca pueden cubrir sobradamente las futuras necesidades de sillería en hipotéticas restauraciones de edificios emblemáticos, manteniendo la homogeneidad original de los materiales pétreos utilizados en su construcción.
Se aprovechó la asistencia de varios ediles del ayuntamiento de la localidad y también responsables del Geoparque del Maestrazgo para sugerirles que la cantera de Valfonda podría transformarse en un aula a cielo abierto de geología y de la historia en el Geoparque del Maestrazgo, dedicando unos mínimos recursos a mejorar la accesibilidad, información y seguridad.
El acto finalizó con un animado coloquio sobre la cantera que despertó un inusitado interés entre los numerosos asistentes, la mayoría de los cuales participaron en la visita a la cantera durante la mañana siguiente, en la que comprobamos “in situ” lo explicado la víspera.
Luis Moliner
Vista parcial del estrato superficial de la cantera de Valfonda en la actualidad.