Vivimos en un planeta en continuo cambio que, a escala de tiempo geológico, ha sufrido uniones y divisiones continentales, variaciones del nivel del mar, cambios climáticos, apariciones y extinciones de especies, un planeta en el que ocurren infinidad de fenómenos naturales como terremotos, erupciones volcánicas o inundaciones. Esta Tierra dinámica es nuestro hogar, de ella extraemos los recursos que necesitamos y de ella depende nuestra existencia así como la del resto de organismos que la pueblan. Las ciencias de la Tierra constituyen un campo de investigación en plena ebullición. Hace tiempo que dejaron de ser unas ciencias eminentemente descriptivas para ir enriqueciéndose con teorías explicativas y, en las últimas décadas, han experimentado un desarrollo vertiginoso incorporando sólidos componentes cuantitativos que han incrementado su capacidad predictiva. Todo ello ha hecho que las ciencias de la Tierra resulten imprescindibles para dar respuesta a muchas de las preguntas y demandas que se plantea la sociedad del siglo XXI.

“El conocimiento científico está llamado a desempeñar un papel cada vez más importante en el debate público, en la toma de decisiones y en la legislación”. Quien hace esta afirmación no es una organización científica sino el Consejo de Educación de la Unión Europea que pretende llamar la atención a las administraciones educativas sobre la necesidad de mejorar sustancialmente la formación científica en la enseñanza obligatoria por su repercusión en la alfabetización científica de los ciudadanos.

1. La conservación y recuperación del patrimonio minero debe vincular a las comunidades porque es una de las señas de identidad de los pueblos.

2. La vinculación del patrimonio geológico y minero en la educación debe desarrollarse desde la Enseñanza primaria hasta la Universidad como medio básico para integrar este patrimonio en el patrimonio cultural de España.

Conservación de la geodiversidad y el patrimonio geológico.

HACIENDO NOTAR que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó a 2008 como Año Internacional del Planeta Tierra, a raíz de una iniciativa conjunta de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con el fin de aumentar la sensibilización con respecto a la importancia de las ciencias de la Tierra para el logro del desarrollo sostenible y promover acciones a nivel local, nacional, regional e internacional;

Del 22 al 24 del pasado mes de Octubre, organizado por el Instituto de Patrimonio Histórico Español ( IPHE) y la Fundación Ciudad de la Energía, y con la participación de TICCIH-España, SEDPGYM y expertos y técnicos de la mayoría de las Comunidades Autónomas, tuvo lugar en Ponferrada (León) una reunión técnica a fin de evaluar la situación del Patrimonio Industrial en España, los instrumentos habilitados para su conservación y puesta en valor -Plan Nacional de Patrimonio Industrial-, analizar las experiencias llevadas a cabo al respecto por las diferentes Comunidades Autónomas y sobre todo, siguiendo el ejemplo de la Carta firmada en Baños de la Encina en 2006 sobre Arquitectura Defensiva, elaborar un documento en el que se establecieran unos mínimos metodológicos para la intervención de las Administraciones Públicas en el Patrimonio Industrial y Minero.